Erase una vez un mundo que tenía sólo una dimensión: era una línea de color azul con hitos kilométricos. Allí todas las cosas tenían forma de puntos, guiones cortos o largos y otras muchas formas rectilíneas, así cuando Ainara volvía a su casa, podía coger el bus decimétrico, un taxi centimétrico o un patinete milimétrico. No había accidentes, porque en un universo lineal, todo es visible pero traspasable: cuando Ainara cogía el bus número 42 y venía un bus en dirección contraria (probablemente el número 41), el conductor no decía: "¡abróchense los cinturones!", sino que giraba la cabeza, ponía el piloto automático (aunque el bus no tenía volante) y decía a los pasajeros de las veinte filas: "¡saludo a la vista!" Y los autobuses se atravesaban el uno al otro y Ainara iba saludando a todos los viajeros del autobús 41 (Plaça d’Espanya-Universitats): primero al conductor: "¡hola tío Raúl!" Y el tío le decía: "¡Ainareta! ¡Se te ve muy contenta!" -"¡Es que hoy voy a patinar!" - "Mare meua! Ten cuidado con las curvas…" -"Pero tío Raúl ¿qué es una curva?" -“¿Una curva? Pues una cosa que sale en las novelas de fantasía. Pero aquí nadie ha visto nunca una curva… Así que ¡ten cuidadín!” Ainara se partía de risa pero no podía seguir hablando porque los buses seguían atravesándose el uno al otro sin desintegrarse… Así, Ainara seguía saludando a los pasajeros del otro bus: a Toni paquetoni, a Francisto el listo, a Hera la futbolera, a la señora Susana la Marr-… ejem! Había unos apodos mejores que otros.. pero el de Susana la Marrona, no era muy apropiado porque en el universo Rectiblau no había nada más que un país llamado Segmentiblau. El país abarcaba desde el kilómetro 0 hasta el kilómetro 29.198.590-K, donde vivía el tío Arturo el duro, el que custodiaba un muro tan seguro que no se podía saltar ni en un canguro.
Ainara sabía que no vería a su tío Arturo en unos años, porque estaba muy lejos. Le daba un poco de pena, porque el tío la echaba de menos, a ella y a toda la familia. Pero por otro lado, Ainara sabía que el tío tenía una misión especial y que un día no muy lejan se volverían a encontrar. Finalmente, los buses 41 y 42 se alejaron y Ainara llegó a su casa, a la que su padre había llamado Puntogordo. Allí Ainara tenía una cama con forma de punto, un armario azul con forma de punto, un perro llamado puntapié con forma de punto con hocico, y muchas cosas más, pero aquello era un verdadero hogar gracias a que allí vivía con sus padres siempre cariñosos y siempre exigentes y con su hermana Zoe que ya de estaba haciendo mayor. Lo pasaban bomba y después de hacer los deberes, Ainara quería leer un cuento que le había enviado su tío Arturo por su cumpleaños, pero Zoe le recordó: "Ainareta! Que me has prometido ir en patines…" Su madre Lola la que Mola les dijo: "vale, pero no vayáis más allá del kilómetro 0".
- "¿Por qué?" Dijo Ainara que quería ser buena pero a veces tenía tentaciones de rebeldía!
- "¿Por qué? Porque es muy peligroso…"
- "¡Eso no es una respuesta mamá! Ya sé que es peligroso: pero quiero saber por qué es peligroso…"
-"Mmm…", Su mamá Lola la que Mola le dijo: "tienes razón, ya va siendo hora de que sepas los porqués, pero primero pregúntale a tu padre".
Ainara entró en el despuntopacho de papá Arnau el que decía Guau… Y Ainara le dio un beso bidimensional y su papá se dio cuenta de que quería algo…: -"¿Qué pasa, peque?"
- "Papá, qué puede pasarme si voy al kilómetro cero?"
- "Hija, si vas al kilómetro cero conmigo, no te pasará nada malo. Si vas sola, es cuando te puede pasar algo muy malo…"
- "¿Qué?"
- "Que más allá del kilómetro cero sólo hay sombras y muerte… ¿qué sentido tendría ir a un lugar que te puede hacer daño y de donde quizás no vuelvas o vuelvas siendo una sombra?"
- "Papá… No puedo convertirme en sombra: olvidas que somos puntos en una línea…"
- "Pero tú eres mucho más que un punto… Un día lo descubrirás".
- "Pero papá, es que a veces tengo la sensación de que vivimos en un mundo muy pequeño. Sólo podemos ir un lado que sube poco a poco o hacia el otro que baja igual de poco a poco… No puedo ni coger velocidad con los patines… aunque es más fácil si voy hacia el kilómetro cero. ¿No has soñado papá con otro mundo? No entiendo por qué no podemos salir a investigar fuera de segmentiblau…"
- "Mmm… llegará un día en el que te tocará investigar, pero ten paciencia. En cualquier caso, lo que voy a decirte es muy importante: no sólo puedes moverte hacia delante o detrás, como los autobuses, que son movidos según la voluntad del conductor; tú puedes moverte según tu voluntad, sin necesidad de conductor. Es más, ahora que eres mayor, puedes descubrir que puedes decidir ir al kilómetro cero o no, porque yo no soy tu conductor, sino tu padre. No es mi voluntad la que de conduce, sino la tuya. Pero como te quiero más que a mi propia vida, te digo lo que es bueno aunque te enfades conmigo. Ahora bien, cada vez que haces algo bueno, como llevar a Zoe a patinar en vez de tumbarte en la puntocama sin hacer nada, hacer los deberes de la escuela porque te fías de tu mamá que te dice que es bueno ser trabajadora, te mueves en una dimensión que no es ni izquierda ni derecha, no es rectilínea, sino megaespacial".
- "¿Megaespacial? Eso significa tridimensional?".
- "No Ainara, es mucho más que eso: es una dimensión inmaterial… Cuando libremente haces algo por amor a alguien distinto de tí, eso no nace de un punto, sino de tu alma, del corazón de tu corazón".
- "En clase de puntobiología nos han hablado del corazón, pero no del corazón del corazón…"
- "El corazón mueve la sangre y nos da la vida, pero la vida sin amor es como ser un autobús movido por otros… en cambio el amor nace de tus elecciones y ¿dónde tomas esas decisiones? No en el corazón, tampoco en el cerebro, sino en el corazón de tu corazón, que el filósofo Platopuntón llamaba el espíritu…"
- "Papá, me encanta todo lo que dices. Soy muy feliz y me has convencido. No iré al kilómetro cero".
- "Hija mía, lo que te he dicho es mucho más importante que no ir al kilómetro cero. Incluso si fueras allí algún día, aunque fueras al segmento de las sombras y no volvieras, o al volver fueras incapaz de reconocerme, yo no dejaría de quererte. Pero si te fías de mí y decides no ir, sabré que lo haces no sólo por ti, sino porque me quieres y porque quieres a tu madre. Y eso me hace estar muy orgulloso de ti…"
Así hablaron un rato, los dos muy felices. Al final, Arnau le dio a Ainara un beso tridimensional… y Ainara se fue a por Zoe y a por los patines.
En segmentiblau todos los patines que se vendían eran patines en línea y los de Zoe eran de última generación… Ainara en cambio tenía unos patines que le regaló su tía Luz hace años y aunque no eran hiperveloces eran un regalo, así que no quería otros.
Así, después de merendar donuts rectos (cada donut recto se compone de dos palos de bollo dulce unidos por un agujero recto) con leche de rectivaca, Zoe y Ainara salieron a toda pastilla. En el parque se encontraron con varios amigos de segmentiblau, todos patinando y saludándose felices mientras se traspasaban unos a otros en las dos direcciones), pero había un niño mayor desconocido que iba con patines como los de Zoe pero de color negro oscuro, y que tenía ojos tristes y sonrisa sospechosa. Ainara le dijo a Zoe que no debía hablar con extraños, pero Zoe le dijo “se llama Darkmalote, y ya no es desconocido y me ha retado a una carrera”. Ainara pensó que no pasaría nada y dijo: "vale, pero voy con vosotros". Así “Darkmalote” dijo: "¡A ver quien gana! ¡Jajaja! Y dijo 3, 2, cero!" Y haciendo trampa salió el primero cuesta abajo… Zoe lo siguió y lo mismo Ainara… Ainara consiguió ganarles al principio, un poco indignada con Darkmalotes por la trampa… pero, Darkmalotes activó la opción Nitro de sus patines y los patines de Ainara no tenían esa función… pero Zoe apretó la puntilengua y activó el nitro de sus patines… adelantando a Ainara y pisando los talones de Darkmalote…
Darkmalote era muy malo y no solo quería ganar la carrera, quería fastidiarlas de un modo muy oscuro… pero para engañarlas usó todas sus técnicas oscuras, haciendo que creyera que solo se trataba de una divertida carrera… Zoe siguió a darkmalote y lo siguió y atravesaron el autobús del tío Raúl sin saludar… a toda velocidad… Ainara les veía alejarse, orgullosa de su hermana Zoe por su valentía… pero comenzó a preocuparse cuando vió que se acercaban peligrosamente al kilómetro cero, km. 4, km. 3… Ainara patinó con todas sus fuerzas pero sin el Nitro no podía alcanzarles así que gritó: "¡Zoooeee!" Pero Zoe no podía oír bien, porque Darkmalote gritaba cada vez que lo hacía Ainara diciendo "¡Correeee!" Y Zoe escuchaba "¡CorreeeZoeeeee!" Y divertida con los patines cantaba "¡Oeee Oeee Oeee!" Cada vez había menos gente, y como iban rápido, Zoe cerraba los ojos como los chinos y no vio los carteles de PELIGRO, STOP, PROHIBIDO PASAR… En cambio, Darkmalote los leyó perfectamente… y se esforzaba por despistar a Zoe para que no se diera cuenta del peligro…
Ainara no sabía qué hacer: no se podía enfadar con Zoe porque alguien la estaba engañando. Pero se enfadaba consigo misma, diciendo: tengo que encontrar alguna forma de llegar a Zoe, y se acordó de las palabras de su padre: “te mueves en una dimensión que no es ni izquierda ni derecha, no es rectilínea, sino megaespacial”… Ainara se dijo, si quiero ayudar a Zoe necesito tomar una decisión en el corazón de mi corazón… El corazón le latía con fuerza, pero en el corazón de su corazón oyó… "¡el autobús!"
¿El autobússss?
¡Claro! Y Ainara se paró y se dió la vuelta… Abandonó la carrera y se puso a patinar hacia el bus del tío Raúl a toda velocidad. La suerte es que había parado a almorzar un chivito con cocacola… y el tío Raúl estaba allí tan contento diciendo a los pasajeros que le pedían que compartiera su bocata “¡Menjeuse els colzes, Caram!” Llegó Ainara jadeando y dijo "tío Raúl, ¡el autobusss!"
- "¿Qué pasa con el bus?"
- "Necesito que vayamos a toda pastilla hasta el kilómetro cero...", dijo Ainara.
- "¡Imposible! Está prohibido. Me van a rectimultar… y me van a dejar más tieso que un palo de escoba".
- "No tío, que Zoe está en peligro! No hay tiempo que perder! Va allí siguiendo a Darkmalote que le ha engañado con una carrera…".
Entonces el tío Raúl dijo a la camarera Pascuala: "¡pon bocatas gigantes a todos los pasajeros y que esperen…! ¡Vuelvo antes de que se lo acaben!"
Ainara se subió al bus y el tío Raúl fue a la cabina de inversión de giro y le dio al botón de maxipowerhipersuperfast… y el bus llegó al kilómetro 4 en un segundo… 3, 2…
Mientras tanto, Darkmalote estaba a punto de llegar al kilómetro cero y Zoe le seguía de cerca… no veía lo que había delante, porque más allá del kilómetro cero sólo había sombra, oscuridad y horror. Zoe se extrañó de no oír a Ainara y bajó la marcha… Minetras cantaba "¡Oeee Oeee oeee! Se giró y dijo…: "¿eeeh… Ainara?" Y se frenó a veinte metros del kilómetro cero.
Darkmalote no quería perder a su presa y le dijo. "¡Vamos Zoe! ¡Nos quedan 20 metros y ganamos!"
- "Pero es que falta Ainara!".
- "Ainara llegará enseguida. Hay premios para todos… "
- "¿Premios? ¿Qué premios?"
- "Pues para Ainara un osorecto de peluche gigante y una puntolota de voley-punto y una macrobolsa de golosinas, puromoros y palotes, y para los dos primeros lo mismo y un regalo sorpresa… Pero tenemos que entrar antes de que llegue… ¡aquel autobús! ¡Correee!"
Y es que el tío Raúl llegaba a gran velocidad con Ainara cantando: "¡vamos raulito! ¡Mueve el culito! ¡Más rapidito!"
Darkmalote cogió de la mano a Zoe y comenzó a arrastrarla diciendo: "¡No hay tiempo! ¡O vienes por las buenas o por las malas!" Y Zoe empezó a gritar "¡Socorrooo!"
El bus iba muy rápido y entonces Ainara se dio cuenta de que si el bus no frenaba, todos pasarían del kilómetro cero y como no existían curvas en segmentiblau no había forma de girar, pero si frenaban no podrían detener a Darkmalote y se llevaría a Zoe al país de las sombras quizás para siempre… ¿qué hacer? pensó en el corazón de su corazón “ojalá estuvieran aquí papá y mamá” y se acordó de las palabras de du padre Arnau el que dice guau: “ Hija mía, lo que te he dicho es mucho más importante que no ir al kilómetro cero. Incluso si fueras allí algún día, aunque fueras al segmento de las sombras y no volvieras, o al volver fueras incapaz de reconocerme, yo no dejaría de quererte”.
- "¿Qué hacemos?", dijo el tío Raúl con pánico total y continental cuando vio que Darkmalote había traspasado la linea cero con la pobre Zoe y estaban ya en la oscura zona de la muerte… Y Ainara contestó: “¡No frenes! ¡Vamos a por ella!”
- "Pero tus papás me matarán si te llevo allí!
- "No, tío Raúl. Ellos nunca dejarán de querernos… ¡Vamos a por Zoe!"
- "¡Claro que sí! Vamooooos!" Y comenzaron a cantar: "un puntofante se rectificaba sobre la cuerda de una araña… y como veía que no se rompía fue a llamar a otro puntofanteee!"
Pasaron el kilómetro cero y no veían nada… todo era sombras, pero finalmente lograron escuchar a Zoe que decía… "¡Mamaaaaa! ¡Papaaaa! ¡Os quierooooo!" Esas palabras empezaron a hacer eco en el país de las sombras con su poder megadimensional… Nunca se habían escuchado en el país de la muerte y obraron su milagro: las tinieblas se disiparon y todo quedó despejado: el tío Raúl y Ainara iban ya por el 13 puntofantes se balanceaban… y vieron todo iluminado igual que en segmentiblau… Las palabras de Zoe destruían la oscuridad a su paso y les dejaba ver… el bus estaba a punto de alcanzar a Darkmalote y Zoe. Entonces, Darkmalote se convirtió en un dragón trapezoidal de dos dimensiones terroríficas, dando pavor, terror y grandes gritos de hiena atragantada con garbanzos en vinagre… y dijo: "¡Os voy a desintegrar! ¡Jajaja! Vuestro premio va a ser una droga que no podréis dejar de tomar y os irá dejando sin voluntad primero, y luego sin amigos, y al final ¡sin familia! No podéis nada contra mí, porque tengo dos dimensiones y vosotros sólo una…"
Ainara gritó: "¡tío Raúl, el dragón trapezoidal Darkmalote no sabe que tenemos una megadimensión que el filósofo Platopuntón llamaba 'espíritu'… ¡Ha llegado la hora de rescatar a Zoe! ¡Haz un derrape y nos marchamos!" Acto seguido Ainara saltó con sus patines, consiguió mantenerse en marcha sin caer, cogió a Zoe y le dijo: "¡vamos con papá y mamá! Zoe se abrazó y Ainara dijo: ¡rápido, pon el Nitro!
El dragón trapezoidal empezó a coger aire para bufar fuego… pero el tío Raúl cogió una puntolota de voley olvidada en el bus la clavó con el palo de una escoba en el eje, inventó el volante, pensó en cuanto quería a su familia y cuánto desearían Lola la que Mola y Arnau el que dice Guau volver a abrazar a sus hijas y ¡giró con todas sus fuerzas el volante!
El tiempo se paró unos segundos...
El bus de segmentiblau 41 (Plaça de Espanya-Universitats) que siempre había ido recto en las dos direcciones… giró, salió de la recta hizo un trompo, tres vueltas de campana, le dio al dragón Darkmalote en la pancha y se atragantó con su llama de fuego y los garbanzos con vinagre, se lo tragó todo de un golpe y su estómago tuvo una reacción fisioquímica brutal…. tirándose un pedo que llegó hasta el kilómetro menos 1200… mientras el bus volvía en dirección a segmentiblau tras una curva chiclana de 180 grados… El tío Raúl decía: "¡Tomaaa Trompooo!" Y enseguida subieron Ainara y Zoe… Darkmalote se convirtió en un garbanzo volante desplazado al kilómetro -1200… desde donde nunca más quiso volver a internarse en Segmentiblau…
Y finalmente el tío Raúl llegó con el bus al bareto de Anacleto y de la camarera Pascuala. Los clientes no habían acabado con el bocata, pero aplaudieron mucho al busero y a las dos patinadoras que eran felices de volver a casa.
El tío Raúl le dijo a Ainara: “Tus papás pueden enfadarse mucho conmigo si saben que hemos pasado el kilómetro cero y hemos hecho un trompo en el autobús” pero Ainara, contestó: "tío Raúl, confía en papá y en mamá. Como mucho te castigarán a tomar un chocolate con rectodonuts".
Cuando llegaron a casa, el tío Raúl contó las aventuras a Lola la que Mola y asombrosamente ella se partía de risa. Mientras Arnau el que dice Guau miraba con orgullo a sus hijas Ainara y Zoe y Ainara preguntó: "Papá, ¿no te enfada que hayamos pasado el kilómetro cero?"
- "No hija mía, estoy muy feliz. El kilómetro cero al que tengo miedo no es ese que habéis cruzado… sino otro".
- "¿Y a cual tienes miedo?"
- "He comprendido que el kilómetro cero habría sido que abandonaras a Zoe, o que Zoe no quisera volver del país de las sombras… Las dos habéis multiplicado las dimensiones de este mundo. Pronto iremos de excursión al kilómetro menos 1200 a darle un capón a Darkmalote, lo llevaremos con sus padres para que lo eduquen bien, o buscaremos alguna solución imprevisible y divertida en el corazón del corazón".
Y vivieron felices, hicieron trompos con el tío Raúl, jugaron al puntovoley y comieron rectidonuts.
FIN